Al pasar por
Sevilla
vi una
chiquilla,
me enamoré,
la agarré
de la mano
y al
campamento
me la
llevé.
La llamé
sevillana,
rosa
temprana,
clavel de
amor,
vente
conmigo al puerto
y
embarcaremos
juntos los
dos.
Al pasar por Toledo
me corté un dedo;
me corté un dedo;
me salió
sangre
y una niña
me dio
un pañuelo
para curarme.
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