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martes, 6 de enero de 2015

Masaje infantil

¡ OJO ! Aunque durante toda la entrada me refiera al bebé, los masajes podemos hacérselos a nuestros hijos a cualquier edad, incluso a un adulto ¿ a quién no le gusta que le den un masaje?

El masaje infantil proporciona múltiples beneficios a diferentes niveles:

A nivel fisiológico es un poderoso instrumento de comunicación con el bebé, gracias al sistema nervioso, que transmite al cerebro todos los estímulos que se reciben a través del tacto (y que recibiremos durante toda nuestra vida), a través de esta vía el bebé recibe principalmente los estímulos externos. En el sistema inmunológico una situación de tranquilidad mejora su funcionamiento; en lo referente al sistema gastro-intestinal, el masaje durante los primeros meses ayuda a su maduración y después a regularlo; es beneficioso ante cólicos y gases. El masaje también influye en los sistemas respiratorio, circulatorio, linfático y muscular.

En lo que atañe al placer sensorial, el masaje es una herramienta perfecta para que el bebé tome conciencia de su propio cuerpo; sus dimensiones y el espacio que ocupa.

Además ejerce una función muy importante ante la creación y fortalecimiento entre los vínculos paterno-filiares.

El masaje debe darse en un ambiente relajado y libre de tensiones, necesita su tiempo por lo que debemos elegir un momento en el que podamos dedicarnos por entero al bebé; si estamos nervioso o ansiosos porque tenemos que irnos a trabajar/comprar/médico se lo transmitiremos al pequeño y el masaje no alcanzará su objetivo; tampoco es conveniente cortar el juego o cualquier otra actividad intensa para dar paso al masaje, debe ser en el momento adecuado, si el niño esta intranquilo difícilmente va a relajarse; yo os recomiendo antes de dormir y siempre a la misma hora para que sea una rutina más y el pequeño sepa cuándo va a llegar el momento.
Usaremos una luz tenue, música relajante y aceite de masajes (os recomiendo el aceite de almendras). Nos sentaremos en el suelo con las rodillas dobladas, sentados sobre nuestros pies, (si os cansáis de esta postura podéis sentados con las piernas estiradas) formando un triangulo acogedor entre nuestras piernas dónde colocaremos una toalla para tumbar a nuestro bebé vestido únicamente con el pañal, por lo que el ambiente debe ser cálido.

El paso más importante es verbalizar a nuestro pequeño lo que vamos a hacer, pedirle permiso; si notamos que se encuentra agitado o que rechaza nuestras manos no debemos obligarle, no queremos provocar estrés inecesariamente. Le mostramos las manos diciéndole que vamos a darle un masaje, explicamos que nos ponemos aceite y que vamos a empezar por las piernas y los pies. Siempre debemos seguir el mismo procedimiento y comenzar por lo más alejado (las piernas y los pies) e ir ascendido.

Comenzamos nuestro masaje con el vaciado hindú; consiste en colocar las manos en la parte superior del muslo (a la altura de la cadera) con los pulgares hacía atrás y deslizamos suavemente hacía el tobillo; alternamos primero una mano y luego otra, es muy importante que el contacto no se rompa, que siempre haya una mano en contacto con la piel del bebé. Se hacen varias pasadas, tantas como queramos, siempre sin caer en la monotonía, no estemos tanto tiempo que el pequeño se nos aburra y pierda interés.

Ahora, nuevamente colocamos las manos en la parte superior del muslo (a la altura de la cadera) y procedemos a comprimir y retroceder; esta vez deslizamos las dos manos a la vez con los pulgares hacía atrás desde arriba hasta el tobillo aplicando una presión adecuada a nuestro bebé, sin hacerle daño pero que sea una presión que se note (no se ejerce la misma presión a un bebé de 2 meses que a un niño de 2 años). Tal como he dicho, es importante no interrumpir en ningún momento el contacto; por lo que cuando nuestras manos lleguen al tobillo primero moveremos una al comienzo y luego la otra. Repetimos varias veces.

Continuamos con la planta del pie; colocamos nuestros pulgares en el talón y lo arrastramos ejerciendo una pequeña presión hacía la base de los dedos. Se hacen varias repeticiones.

Proseguimos comprimiendo cada dedito, con la punta de nuestros dedos cogemos los deditos de los pies desde la base hacía la punta subimos como si hiciéramos bolitas de plastilina. 2-3 repeticiones.

Luego, dibujamos una C bajo los dedos del pie, con el índice y el pulgar comprimimos suavemente la almohadilla que está bajo los dedos del pie. Tras hacerlo 2-3 veces, repetimos la operación, pero esta vez dibujamos una C que abarca hasta el talón, con el índice y el pulgar, presionamos desde debajo de los dedos hasta el talón.

Seguimos con los pasitos de elefante, con los pulgares vamos presionando por toda la plata del pie. Una vez realizado este paso pasamos al empeine, donde arrastramos alternativamente los pulgares por él desde los dedos hasta el tobillo.

A continuación hacemos círculos alrededor de los maléolos (hueso del tobillo), con ambos pulgares hacemos movimientos circulares.

Ahora realizamos el vaciado sueco, es el movimiento inverso del vaciado hindú, colocamos las manos en el tobillo y las deslizamos alternativamente hacía la cadera con los pulgares hacía atrás. Recalco la importancia de no interrumpir en ningún momento el contacto.

Vamos con los rodamientos, son movimientos desde la cadera hasta el tobillo que se realizan con ambas manos, haciendo "rodar" los músculos de la pierna sobre los huesos.

Finalizado este paso, con todos nuestros dedos hacemos círculos bajo las nalgas dibujando el chorro de una fuente hacía fuera, muy suave.

Terminamos la parte inferior del cuerpo con un movimiento de integración de las piernas/tronco con un suave balanceo.

Y comenzamos con el vientre con las manos que reposan, colocamos ambas manos sobre el vientre del bebé y las dejamos ahí reposando transmitiendo calma y tranquilidad, tras unos minutos realizaremos la rueda hidráulica; es un movimiento de paleteo, alternando las manos, como haciendo un hueco en la arena, con las manos planas, en dirección al pubis, por debajo de las costillas.

 Proseguimos  con la rueda hidráulica con piernas arriba, con una mano se sujetan las piernas elevadas del bebé sin despegar sus caderas del suelo y se aplica el mismo masaje que con la rueda hidráulica. Finalizado este movimiento procedemos a deslizar los los pulgares desde ambos lados del ombligo en dirección a las caderas.

Seguimos con el sol y luna, con la mano izquierda se hace un círculo completo en sentido de las agujas del reloj (sol), por todo el abdomen del bebé; la mano derecha "persigue" a la izquierda trazando un semicírculo (luna).

Continuamos diciéndole a nuestro bebé "te quiero" con un arrullo mientras con la mano derecha dibujamos una I de arriba abajo, varias veces, mientras la izquierda reposa en el vientre del bebé, después la mano derecha dibuja una L invertida de derecha a izquierda, y por último una U invertida pasando la curva por debajo de la caja torácica.

Y terminamos en vientre con el movimiento caminar con los dedos de izquierda a derecha, con la mano que se prefiera, tecleamos el vientre por debajo del ombligo.

PARA LOS GASES:
1.- Rueda hidráulica unas 6 veces.
2.- Empujar las rodillas hacía el vientre y mantener.
3.- El sol y la luna unas 6 veces.
4.- Empujar las rodillas hacía el vientre y mantener.
5.- Balancear las piernas suavemente

6.- Repetir estos pasos 3 veces.

Pasamos al pecho y los brazos. Nuevamente comenzamos con las manos que reposan y pasamos a abrir un libro, deslizamos ambas manos a la vez en forma de corazón desde el centro del pecho hacía el esternón.

Vamos con la mariposa, con ambas manos posadas en el tórax, avanzamos una trazando una diagonal hasta el hombro contrario, se engancha al hombro y tiramos ligeramente, para luego hacer el camino de regreso. Seguidamente realizamos el mismo movimiento con la otra mano hacía el hombro contrario. 2-3 veces.

Procedemos a la integración del pecho-abdomen-piernas-pies.

Ahora vamos con las axilas, con las yemas de los dedos hacemos movimientos circulares en las axilas, suavemente, para activar los ganglios linfáticos.

Al finalizar repetimos el vaciado hindú y posteriormente comprimir y retroceder; igual que en las piernas pero en los brazos desde el hombro hasta la muñeca, luego comprimir y retroceder.

Continuamos abriendo la mano con ambos pulgares con movimientos de arrastre y procedemos a comprimir cada dedito con la yema de los nuestros, igual que en los pies. Repetimos los pasos dados en los pies: paseo por el dorso de la mano desde los dedos hacia la muñeca con la yema de nuestros dedos juntos; círculos alrededor de la muñeca; vaciado sueco desde la muñeca al hombro; rodamientos desde el hombro a la muñeca.

Antes de finalizar el masaje en el pecho y los brazos con el movimiento de integración de hombros-pecho-vientre-piernas-pies, damos unos toques de relajación amoldando el brazo a nuestra mano (o a nuestro brazo) y balanceamos suavemente.

Ahora pasamos al rostro. Comenzamos abriendo un libro sobre la frente con la punta de los dedos desde el centro de la frente hacía las sienes, como alisando las páginas de un libro. Es importante no tapar los ojos del bebé porque cuando no ven algo, para ellos, desaparece y esto les causa estrés.

Una vez abierto el libro, con los pulgares alisamos presionando ligeramente desde el centro de las cejas hacía las sienes. Tras unas repeticiones pasamos a los senos nasales y músculos de las mejillas, con los pulgares presionamos en el puente de la nariz y deslizamos en diagonal hacía fuera, esto abre los senos y relaja los músculos de las mejillas.

Proseguimos deslizando ambos pulgares desde el centro del labio superior hacía la comisura de los labios y desde el centro del labia inferior hacía las comisuras, dibujando una sonrisa. Luego dibujamos pequeños círculos alrededor de la mandíbula con las yemas de los dedos presionando ligeramente.

Para terminar, con la punta de los dedos recorremos desde la parte superior de las orejas, pasando por detrás (como recogiendo el pelo), hasta juntarse en el centro de la mandíbula inferior (sirve para masajear los ganglios linfáticos).

Finalizaremos nuestro masaje con la espalda; para ello flexionamos nuestras piernas a modo de reclinatorio y colocamos a nuestro bebé sobre ellas boca abajo. Partimos de las manos que reposan, para continuar, amoldando nuestras manos a la forma de la espalda, moviéndolas atrás y delante alternativamente, barriendo desde el cuello hasta las nalgas y desde las nalgas hasta el cuello.

Continuamos con los barridos, primero barremos del cuello a las nalgas, dejando una mano quieta en las nalgas y la otra barriendo con la mano abierta desde el cuello hasta las nalgas, repetimos varias veces y después barremos desde el cuello a los tobillos con una mano quieta en los pies.

Ahora con las yemas de los dedos hacemos círculos en toda la espalda.

Opcional:

- Podemos hacer pequeños círculos alrededor de las nalgas con la punta de los dedos (sobre todo si el bebé tiene tendencia a apretar los glúteos).
- Podemos, utilizando los pulgares, peinar desde el cuello hasta el hombro, animándole a que relaje el hombro.
- Podemos deslizar los dedos a ambos lados de la columna desde el cuello hasta el coxis, haciendo un suave masaje donde se detecte bloqueo.

Concluimos peinando de los hombros a la espalda y hasta el coxis, con los dedos formando un peine (o una garra) deslizamos presionando desde los hombros hacía la espalda bajando hasta el coxis. Lo hacemos varias veces aligerando cada vez más la presión, hasta convertirse en "el toque de una pluma".

La duración del masaje y cada una de sus partes irá en función del niño que lo esté recibiendo, nunca debemos obligar al pequeño a participar en ello ni a que este más tiempo del que desee.

4 comentarios:

  1. Muy interesante y completo. Comparto :)

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    1. fenomenal Senyo Punk! Gracias. Me alegro que te guste, espero que lo hagan otros post también. Un saludo y Gracias por comentar.

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  2. Abel Barrios (Fisioterapeuta Col. 2600)18 de febrero de 2015, 16:02

    Muy buen artículo y una explicación sencilla y completa. Lo único que no me convence es el vaciado hindú puesto que va en contra del vaciado venoso natural; desde mi punto de vista se puede realizar siempre y cuando la presión sea mínima, un simple contacto piel con piel. En general muy interesante y recomendable ;)

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    1. Gracias por la aportación; lo tendré en cuenta. Editaré el artículo para para añadir una nota aclaratoria ^_^

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